No es una foto de calidad, pero me apetecía colgarla, porque es la primera vez que puedo observar este fenómeno: la Luna que pasa en pocos minutos del blanco, al amarillo, después al naranja y finalmente al rojizo.
El alcance de mi cámara no era suficiente para más zoom, y tampoco disponía de trípode, pero ¿quién ha dicho que una foto tiene que ser perfecta para ser bonita?Huelva (Agosto, 2013)